Fotorreflexion: sanidad privada

octubre 8, 2011

De verdad queremos privatizar la sanidad en nuestro país?

Revisando fotos antiguas me he encontrado con ésta, tomada delante de un centro médico privado de Dublin. Sí, más que una clínica parece un bar de carretera – el cartel de «open» es total. Me ha parecido bastante actual. Que privaticen la sanidad no significa que todos vayamos a ser  tratados como jugadores del Barça (sobre todo quienes no tengan para pagarla).

Centro médico privado en el centro de dublín


Vuelve el blog de libros…

abril 12, 2009

No me avergüenzo al admitir que, cuando acabé de leer El Código Da Vinci, a principios de 2004 y un poco antes de su boom, me pareció uno de los libros que más me han enganchado. Todo tiene su momento y su lugar. Eso no quita que no esté de acuerdo con las declaraciones de Umberto Eco, cuando califica a Dan Brown como «una de sus criaturas» de El Péndulo de Focault, novela que, por cierto, es una de las mejores que he leído, dicho en un momento y lugar diferente.

No me avergüenzo de haber leído Los detectives Salvajes o Cien años de soledad y tener la sensación de no entenderlos, si es que hay algo que entender, y en cambio pasar un buen rato leyendo La catedral del mar. Y es que uno tiene que leer muchas sombras del viento antes de poder disfrutar de rayuelas, supongo.

No me avergüenzo de haber cambiado mi tendencia lectora y ahora atacar temas de no ficción y divulgativos.

En cambio, sí que me avergüenzo de haber creado un blog de libros y destruirlo en repetidas ocasiones. Para desfacer este entuerto, he decidido recopilar todos los posts sobre libros que he desperdigado en diferentes sitios y volverlos a publicar todos al unísono. En palabras llanas: vuelvo a mantener un blog sobre libros. Cada vez que escriba un libro, allí pondré mi reflexión. Es sobre todo para mí, pero también para quien se sienta interesado. De momento voy con un año y pico de retraso, pero me esforzaré en ponerlo al día rápidamente.

Así que, los buenos y malos libros, aquellos de los que me avergüenzo y de los que no, vuelven a estar allí. El momento y el lugar cambia constantemente, yo también lo hago y por eso cada post está estampado con el tiempo al que pertenece. Pero así uno también puede ser consciente de la evolución de las cosas.

Nos vemos por allí. Y también seguiré por aquí.


¿Es un pájaro? ¿Es un avión? …

marzo 22, 2009

Continuando con los posts documentales que Xavi inició en su última intervención, aprovecho para curar mi inactividad bloguera y ofrecer otra entrega «National Geographic».

Lo que voy a enseñar de cerca es lo mismo que podréis ver en esta primera fotografía.

¿Es un pájaro? ¿Es un avión?

¿Es un pájaro? ¿Es un avión?

¿Qué será este objecto volador de extraña forma que aparece sobre la vegetación? ¿Es un pájaro? ¿Es un avión? ¿Qué tipo de avión? ¿Dónde fue tomada esta foto? Aseguro que estas imágenes fueron tomadas por quien escribe. Miradlo bien, tomaos vuestro tiempo.

Ahora, los que tengan curiosidad, pueden continuar…

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Slumdog Millionaire – y sus consecuencias

enero 30, 2009

345553310El fin de semana pasado vi la película británica Slumdog Millionaire, y tengo que admitir que me gustó bastante. La sinopsis, así en corto es: un muchacho indio que ha crecido en la más absoluta pobreza está de repente sentado en el plató de «Quiere ser millonario» optando al premio máximo. Las sospechas de que haya hecho trampa nos llevan a reconstruir la historia de su vida, en un episodio por cada pregunta.

La película es completa, épica, comprometida y trepidante. De hecho la combinación de comprometida + trepidante recuerda inevitablemente  a Ciudad de Dios, aunque Slumdog Millionaire tiene vida por sí misma, y mucho más de lo que puedo contar. Cuanto más pienso en ella, más me gusta.

Resulta que otra de las cosas que tiene la película es su capacidad de incomodar a una persona occidental, de enviarle un latigazo diciendo que eso que estás viendo en la pantalla y que teóricamente pertenece a tu tiempo de ocio está pasando en alguna parte del mundo. Y piensas si se puede hacer algo. Y tabién piensas que está bien que den estas películas para mostrar eso.

(O precisamente el hecho de que las den en el cine, téoricamente en nuestro tiempo de ocio, ¿hace que nos insensibilicemos y que creamos que todo eso pertenece al mundo de la fantasía?

Todo esto no lo hubiese escrito de no ser por la conversación que tuve el lunes con mi compañero de oficina de Kenia, que dijo haber visto la película, pero que no le había parecido tan interesante porque todo eso de los niños en la basura ya lo había visto él en África.

La película apunta alto y seguramente será muy premiada – en el mundo occidental. ¿Servirá de algo? Me quedo con la siguiente duda: estas películas nos acercan y conciencian más sobre un mundo que se nos antoja lejano o ¿precisamente lo alejan más?


Friconomía

diciembre 30, 2008
Freakonomics

En conversaciones que he tenido con colegas investigadores de otras áreas, de vez en cuando sale un tema recurrente, y es la observación de que sea cual sea la dedicación de uno – biología, economía, física, electrónica, informática, meteorología – muchas veces todos hacemos lo mismo: analizar y procesar datos.

El aclamado libro Freakonomics trata precisamente de eso. Uno puede tener unas ideas de cómo funciona el mundo, pero la manera real en la que el mundo funciona se ve tomando datos y analizándolos.

Lo que resulta original de este libro es que en lugar de tratarse de un texto “serio” de divulgación económica, se parte de datos insólitos que analizan situaciones a veces casi surrealistas, y todo ello sumado a las sorprendentes conclusiones sólo se puede definir con una palabra: freak, y de ahí el título. Por ejemplo, estudiar fraudes a partir de datos de combates de sumo en Japón, o a partir de los libros de cuentas de un vendedor de rosquillas para empresas. O analizar los nombres más puestos y su efecto o no sobre los logros de las personas que lo llevan. O sumergirnos en los libros de cuentas de un traficante de drogas y compararlos con las cuentas de una empresa multinacional…

Y que conste que lo «insólito» no se refiere al estilo del programa «Está pasando»: el autor es un profesor de la universidad de Chicago que dedica parte de su investigación a los temas que aparecen en el libro.

Quizás algunos no lo consideren economía ni encuentren las claves de cómo funciona el mundo, pero se pasa un buen rato leyéndolo, divertido y entretenido, incluso para aquellos que tenemos un poco oscura la materia económica…


La reunión no es lo importante…

noviembre 24, 2008

No hay duda de que España es un país de fiesta y panderetas, y sus habitantes, como todos sabemos, cuando no estamos echándonos una siesta, aprovechamos cualquier oportunidad para liar una juerga de las de ríete tú.

Esto es, al menos, lo que deben de haber pensado los creadores de la campaña que se muestra arriba, y que he visto comentado en el blog de Apuntes Científicos desde el MIT. Aparentemente es una campaña para promocionar España entre business-people extranjera, y las líneas que llaman la atención son las que dicen algo así como

«La reunión no es lo importante, es todo lo que puedes hacer después»

La fama de España como país de panderetas ya me parece preocupante. Según el artículo «Suspenso en ciencia, matrícula en diversión«, 13 universidades españolas están entre las 20 que más Erasmus reciben , pero ninguna entre las 50 primeras en cuanto a calidad.

Se puede dar una imagen alegre, simpática, y nada de malo ha de tener intentar disfrutar del tiempo libre. Pero, en este mundo de poca información y muchos estereotipos, yo veo un problema principal, y es que unos estereotipos llevan a otros. Aunque no haya ningún estereotipo que diga que en España somos unos vagos, no sería precisamente una sorpresa que alguien que sólo sabe lo de fiestas y siestas acabase pensándolo. Y más si la misma España se anuncia con un eslogan como éste.

Esto me recuerda una vez en que un francés con el que conversaba sugirió, en tono jocoso, que en España no nos iba mucho eso de trabajar, a lo cual le tuve que contestar, en tono nada jocoso, que me explicara como un país paupérrimo en los 40 pasa a los niveles económicos de hoy en día sin que sus habitantes trabajen. A lo mejor hasta se pensaba que en los 40 estaban nuestros antepasados ahí tomando el fresco en el campo.

El mismo caso de poca información y muchos estereotipos lo encontré una vez que un alemán visitó el laboratorio y, después de comer, se extrañó de que no hiciéramos siesta – es verídico. Más que falta de información, yo lo llamaría incultura.

Lo único que quería decir con todo esto es que ante la situación de fama que parece está cogiendo este país, supongo que provocada por gente a la que le interesan esas visiones, eslóganes como el de arriba son todo menos adecuados. Quizás sea una interpretación mía, pero estaremos de acuerdo que es una interpretación bastante probable. Mira tú si era fácil poner «La reunión es muy importante. Y no olvides todo lo que puede venir después».


Una foto mundial

octubre 29, 2008

Estaba pensando estos días un par de temas de posts que no han cuajado al 100%, por ejemplo lo fácil que parece el inglés cuando lo estudias y lo difícil que es entender a los ingleses o la anécdota aquella de un experimento que funcionó en el CERN gracias a una huelga de trenes. Pero, no, en lugar de ello voy a hacer algo atípico en mí: hablar sobre lo que debe de estar comentando toda la blogosfera en este momento y pasando de mail en mail. Supongo que llevo algo de retraso con respecto a los frikis la media porque, entre otras cosas, trabajo. El StreetView de Google llega a unas cuantas ciudades españolas.

Sí, ya lo sabíamos, hace tiempo que existe para ciudades americanas y se habían hecho avistamientos de vehículos no identificados, pero ver San Francisco es como ver una postal. Y otra cosa es ver tu balcón.


Primero copiaron toda internet y luego hicieron un mapa de todo el mundo. Ahora están digitalizando todos los libros del mundo y, como vemos, poniendo todo el mundo en una gran foto.

La pregunta es… cuándo dejarán de alucinarnos. Al menos a mí.


La historia de las cosas

octubre 14, 2008

Ante un vacío de inspiración, voy a dejar un vídeo que en su momento debería haber comentado y que ahora veo que me vino bien dejar en la recámara.

Quizás ya lo conozca el lector, e incluso alguno que otro estará ya harto de verlo. Se llama La historia de las cosas (the story of stuff) y así a las primeras de cambio podría calificarse como uno de esos vídeos sobre «cómo nos estamos cargando el planeta».

En su momento me dio bastante que pensar. Lo cual no implica que me gustara, ni tampoco que no me gustara, simplemente me dio que pensar. Así que, sin juzgarlo ni comentarlo en profundidad, lo dejo aquí para que produzca más pensamientos.

Simplemente comentar que en su momento me pareció original porque intenta tratar el tema del destrozamiento «climático» usando una teoría global que incluye elementos no «climáticos». Será la sangre de científico que hace que me guste esa perspectiva: primero modeliza y luego analiza qué es lo que falla en el modelo, adónde nos lleva y cómo mejorarlo. Por otra parte, algunas partes del razonamiento las encuentro bastante ‘naïve’, parece que se explique sólo lo que interesa y a veces resulta demasiado evidente. Pero guste o no a los lectores, lo que nunca sabremos es si los que están detrás de esto tienen realmente la voluntad de conseguir un mundo mejor o simplemente se han subido a la ola comercial.


El país más exótico del mundo

septiembre 18, 2008

Reino Unido e Irlanda

No hace mucho hablábamos aquí de países y sus colores. Siguiendo la línea, querría comentar brevemente acerca de los colores del país más exótico del mundo. Y es que, en efecto, el país más exótico en el que he estado hasta el momento es, nada más y nada menos, Inglaterra. No pretendo ser irónico. Cierto es que sólo he visitado ciudades y países -digamos- «occidentales», pero en ningún sitio me ha dado la sensación como en Inglaterra de estar realmente en un lugar diferente.

Pues bien, los colores de Inglaterra son dos: el gris de sus cielos y el rojo de sus ladrillos. Y más, el olor de Inglaterra también puedo precisarlo: es el olor de sus grasas refritas que sale de todas partes y de ninguna en especial. Hablo de la Inglaterra profunda, no de Londres, eso es otro país.

Sí, quizás la Inglaterra profunda sea exótica porque precisamente se cumplen irremediablemente sus dos grandes tópicos: mal tiempo y la mala comida.

Pero no todo en este mundo es sol y comida, ¿no? ;-)


Cine de aquí al lado

septiembre 1, 2008

Comentando con los co-autores de este blog el post Música de por aquí salió la sugerencia el encargo de escribir sobre cine de por aquí, donde aquí quiere decir ici.

Como sé que el público ya se está frotando las manos para deleitarse con lo más interesante del cine francés, simplemente indicaré mi grado de especialización en tal género: cero. De hecho, la siguiente lista está basada en preguntas a dos personas y cosas que me suenan.

Empezamos.

Vayan por delante unos títulos que quizás no nos den mucha información pero que son auténticos símbolos franceses: Le Fabuleux Destin d’Amélie Poulain, la clásica, L’Auberge Espagnole, un mito para todo francés nacido alrededor del 80, Les poupées russes, su continuación y Un long dimanche de fiançailles, una de mis películas favoritas absolutas, que bajo un título ñoño esconde un thriller trepidante.

Un francés de Francia tampoco dejaría de mencionar las películas de Francis Veber, como Le diner des cons y Placard, que no he visto, o Doublure, que sí he visto y es una comedia por encima de la media.

Otras películas que los franceses tienen en buena consideración: Les Chroristes, Un air de Famille y La fille sur le pont.

Que hayan pasado por el cine y me suene que con más bombo del habitual, puedo mencionar Ne le dis a personne y Indigenes.

Y, tampoco la he visto, pero la perla de la perla, la prueba del algodón para esos que siempre ven toda película antes que tú es la reciente Bienvenue chez les Ch’tis. Pero, daos prisa, que está siendo un éxito arrollador en Francia, y dentro de unos meses no tendrá tanto valor decir que la conocemos.